La respuesta es sí, ya que la cultura organizacional influye en el comportamiento, motivación, productividad y rentabilidad de la empresa.
Existen estudios que muestran cómo una cultura organizacional positiva puede aumentar la retención del talento en un 25%, la productividad en un 20%, la satisfacción del empleado en un 30% y la innovación en un 50%. Además, las empresas con culturas saludables tienen un rendimiento financiero 4 veces mayor que las empresas con culturas negativas.
Por esta razón, es esencial que las empresas fomenten y mantengan una cultura positiva y alineada con sus objetivos y estrategias a largo plazo. Sin embargo, el cambio o la alineación de una cultura organizacional pueden ser desafiante, especialmente si la cultura general de la organización está compuesta por varios ecosistemas o subculturas que pueden generar tensiones y problemas entre ellas, y más si las culturas de los diferentes ecosistemas entran en conflicto con la cultura general de la organización.
Para lograr una integración efectiva de las culturas de los diferentes ecosistemas en una sola cultura organizacional coherente y unificada, es necesario implementar y gestionar un proceso de cambio.
El primer paso es definir qué tipo de cultura se desea tener, considerando las tendencias actuales en torno a la cultura organizacional, como la flexibilidad y agilidad, la diversidad, equidad e inclusión, el liderazgo ético, el bienestar y el balance de vida-trabajo. Sin embargo, la cultura más adecuada, será la que se alinee mejor con los valores, propósito y estrategia del negocio.
Una vez definido el tipo de cultura deseada, entonces será importante que consideres estas iniciativas y habilitadores que te conducirán hacia el camino para crear una cultura positiva y exitosa:
Recuerda, no hay culturas buenas o malas. Pero sí hay culturas alineadas o no a lo que cada organización necesita.
Tu cultura define y da forma a todo tu entorno de trabajo y será tu principal habilitador para el éxito. Pero esto requiere planeación, estrategia y trabajo constante.
Una cultura sólida guiará de forma consistente a las personas para dar lo mejor de sí mismas, a través de entornos que las hagan sentirse valoradas e impulsen su desempeño y compromiso hacia un mismo objetivo.
¿Qué estás haciendo para construir la cultura que necesitas?
Nos encantará diseñar este camino contigo y ponerlo en acción. En Talentlab podemos ayudarte, contáctanos.