Conversaciones de desarrollo y empoderamiento: Claves para potenciar carreras y resultados
Un lunes por la mañana, Laura, Gerente de Operaciones de una multinacional, reflexionaba sobre su rol de líder, luego de una sesión de revisión de talento en su empresa. ¿Qué era lo que la motivaba a liderar? ¿Qué le daba satisfacción de estar en esa posición? ¿Era el status… el poder… los beneficios… la jerarquía? Si bien consideraba que todo eso podía ser importante y atractivo, lo que realmente la entusiasmaba de su posición era la oportunidad que tenía para guiar a quienes la rodeaban en su desarrollo y crecimiento como personas y profesionales. Probablemente una de sus responsabilidades más importantes.
Esta responsabilidad, implícita en el cargo, aunque no siempre explícita en la descripción de funciones oficial, implica una serie de tareas que un líder consciente de su rol protagónico en el desarrollo de su equipo, no puede evadir. Facilitar un ambiente de apoyo y confianza, establecer expectativas claras, facilitar el acceso a oportunidades de aprendizaje y mantener conversaciones de desarrollo, son algunas de estas actividades.
De todas ellas, las conversaciones de desarrollo se han convertido en una herramienta clave no solo para potenciar el rendimiento de las personas, sino también para fomentar un ambiente en el que los colaboradores se sientan empoderados y protagonistas de su propio crecimiento profesional.
Diálogos que abren oportunidades
Una conversación de desarrollo no es otra cosa que un diálogo constructivo entre el líder y el colaborador en base a una relación de confianza, que facilita explorar y abrir oportunidades de crecimiento. Tener estos espacios permite identificar metas a corto y largo plazo, y facilitar el acceso a recursos o herramientas para alcanzarlas. Es a través de estas conversaciones cuando el colaborador, como protagonista de su desarrollo, se centra en sus aspiraciones futuras, comprometiéndose con su desarrollo dentro de la empresa. Además, este proceso entre líder y colaborador ayuda a alinear las aspiraciones individuales con los objetivos de la empresa, generando un verdadero "ganar-ganar".
De acuerdo con un estudio de Gallup, los colaboradores que participan en conversaciones de desarrollo periódicas son más propensos a sentirse comprometidos con su trabajo y a compartir ideas innovadoras dentro de la organización. Esto se traduce en una menor rotación de personal, una mayor productividad y un clima laboral más positivo.
Autogestión de la carrera: un beneficio para todos
Uno de los principales beneficios de las conversaciones de desarrollo es que otorgan a los colaboradores la responsabilidad y el control sobre su propia carrera profesional. Esto, según Nathan Iverson, es un componente crucial para lograr la satisfacción laboral y el éxito a largo plazo. Iverson, en su estudio sobre prácticas de desarrollo de carrera a nivel global reportado en su artículo: Career development practices: A global comparison, hace énfasis en que, en un entorno laboral cada vez más incierto y volátil, las personas deben ser capaces de adaptarse al cambio, desarrollar un alto nivel de autoconocimiento, identificar oportunidades de manera proactiva y construir redes de apoyo que les permitan avanzar en su carrera. Los líderes deben ocuparse de generar las condiciones apropiadas para que todo esto pueda darse. Promover espacios de conversación frecuentes es pieza fundamental para lograrlo.
Además, las conversaciones de desarrollo y las oportunidades de crecimiento en un entorno de empoderamiento impactan directamente también en el desempeño organizacional. De Vos y Cambré, a través de sus estudios reportados en su artículo Career Management in highperforming organizations, descubrieron que aquellas prácticas de desarrollo en las que el individuo toma un rol protagónico en el desarrollo de su carrera, cuando son apoyadas de manera consistente, tienen un efecto positivo en los resultados financieros y operativos de la empresa.
Las organizaciones que ofrecen a sus empleados la posibilidad para hacerse cargo de su carrera, fomentan en ellos una actitud de aprendizaje constante que permite que se adapten más rápidamente a los cambios, lo que mejora el rendimiento general de la organización, a través de una mayor innovación y productividad.
La niña y el gato
Un día, Alicia llegó a una bifurcación en el camino y vio un gato de Cheshire en un árbol.
- ¿Qué camino debo tomar? –preguntó.
-¿A dónde quieres ir? –fue la respuesta del gato.
– No lo sé –respondió Alicia.
–Entonces –dijo el gato-, el camino no importa.
Lewis Carrol
Si bien en algunas ocasiones estas pueden ser conversaciones que los líderes prefieran evitar, y es válido tener algunas preocupaciones como el generar expectativas que no puedan satisfacer, lo que no es válido es no hacer nada frente a estas preocupaciones y postergar estas conversaciones.
El papel del líder es fundamental para garantizar que las conversaciones de desarrollo sean efectivas. En lugar de adoptar un enfoque jerárquico, los líderes deben actuar como facilitadores del pensamiento dialéctico, creando un espacio de confianza donde los empleados se sientan escuchados y apoyados en sus aspiraciones, para poder reflexionar sobre su contexto personal y el contexto en el que se desenvuelve. Los líderes deben manejar estas conversaciones logrando que el protagonista sea la otra persona, para ayudarlos a aclarar sus aspiraciones y objetivos profesionales, identificar sus propias fortalezas y oportunidades y, a partir de ahí, empezar a construir un plan para cerrar brechas. Necesitan fomentar la autonomía, que la persona tome la responsabilidad y dé el primer paso hacia la acción.
¿Cómo hacerlo?
Hay tres elementos clave que se deben tomar en consideración para llevar a cabo con éxito una conversación de desarrollo:
- Escucha activa. Una escucha profunda con un mínimo de juicio. El líder se mantiene al margen para poner en valor a la otra persona y su situación.
- Preguntas poderosas. Guían un proceso de descubrimiento que invita a la reflexión. Son preguntas abiertas que permiten profundizar en emociones y pensamientos.
- Llamado a la acción. Generar un compromiso por parte de la persona para dar el primer paso en su plan. Provocar que se dé cuenta de algo que antes no había visto.
Como el gato de Cheshire creado por la imaginación de Lewis Carroll, los líderes deben resistir la tentación de indicar el camino y más bien apoyarse en preguntas que inviten a la persona a cuestionarse y hacerse cargo de su futuro profesional, enfocándose en el lugar al que quisiera llegar.
Creando una cultura de aprendizaje constante
Una de las mayores ventajas de las conversaciones de desarrollo es que fomentan una cultura de autodesarrollo dentro de la organización. Cuando los colaboradores son alentados a reflexionar sobre su futuro, identificar áreas de mejora y tomar medidas proactivas para avanzar en su carrera, se crea un entorno donde el aprendizaje continuo y el crecimiento personal son prioridades.
Además, si las empresas implementan programas formales de desarrollo de carrera, como talleres, sesiones de coaching y oportunidades de mentoría, fortalecen esta cultura y demuestran un compromiso con el crecimiento de sus colaboradores. Así, el éxito no será el fruto de la imposición jerárquica, sino el resultado de un equipo que avanza en la misma dirección, motivado y empoderado para afrontar los retos del mañana.