El Blog de Talentlab

¿Qué pasó con la equidad de género durante la pandemia?

Escrito por Mónica Escartín | 09 de junio, 2021

La pandemia por el Covid-19 ha hecho evidentes las cosas que aún no estaban resueltas y reveló una realidad grave: El avance que se había logrado por décadas, en temas de equidad de género, se revirtió. 

De acuerdo con el Informe Especial COVID-19 N⁰9, `La autonomía económica de las mujeres en la recuperación sostenible y con igualdad´, dado a conocer por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la crisis a causa del Covid-19 generó un retroceso de más de una década en materia de participación laboral de las mujeres en América Latina y el Caribe.

En las ultimas décadas los principales retos de la equidad de género en el trabajo se han relacionado con: el balance de vida-trabajo, la equidad salarial, las oportunidades de carrera, el acoso y el cuidado de los hijos. Algunos retos que parecían irse resolviendo, hoy se han vuelto aún más retadores e intensos. Actualmente casi ninguna persona está funcionando en situaciones ¨normales¨. Sin embargo, las mujeres, especialmente las madres, están enfrentando grandes retos para poder integrar su vida laboral y personal.

De acuerdo con el ultimo Reporte de ¨Women in the Workplace 2020¨ de McKinsey & Company y Lean In Org, 1 de cada 4 mujeres está contemplando lo que apenas hace unos años parecía impensable: reducir sus carreras o dejar la fuerza laboral. En este estudio, las razones por las cuales estas mujeres están contemplando dejar su empleo son principalmente: sentir que necesitan estar disponibles para trabajar a todas horas, las tareas domésticas y las cargas de cuidado del hogar debido al Covid-19, la preocupación de que su desempeño sea juzgado negativamente por las responsabilidades de cuidado del hogar durante la pandemia y/o por sentirse incapaces de poner todo su esfuerzo y presencia en el trabajo.

Lo que estamos viviendo es un momento crítico en la historia. Las empresas están en riesgo de perder esa representación femenina en posiciones de liderazgo, de perder un pipeline de talento femenino y de perder todo por lo que han trabajado por la equidad de género. Hoy, estamos en riesgo de retroceder y perder lo que se había logrado en años.

 

¿Dónde estábamos hace 10 años?

De acuerdo a reportes de la CEPAL, en la región de América Latina y el Caribe, la participación de la mujer en el mercado laboral era del 52,6% en 2012, mientras que en el 2020 cayó a un 46%.

Si queremos seguir fortaleciendo y construyendo culturas diversas, con representación de género, nos toca hacer mucho más de lo que hacíamos antes y de lo que veníamos haciendo. Este discurso de ¨vamos bien¨, ¨ahí vamos¨, hoy se vuelve obsoleto e insuficiente. Nuestro compromiso con la equidad de género debe ser genuino, visible y urgente.

Las empresas deben invertir en entender su situación actual sobre Equidad, Diversidad e Inclusión (EDI) para conocer qué está pasando tanto a nivel cultural, como a nivel liderazgo y a nivel procesos, y así, generar acciones desde una perspectiva integral. Para esto, no basta con contar únicamente con esquemas flexibles, no basta con tener capacitaciones.

Si bien, todo esto suma, se requiere de una estrategia completa que vaya ligada a la visión y propósito del negocio, que realmente sea patrocinada por los líderes desde los niveles más altos, que cuide que todos los procesos de talento fomenten la inclusión y que tenga un impacto real en las experiencias, creencias, comportamientos y resultados de todos quienes forman parte de la organización. 

Cultivar una fuerza laboral diversa en la que todos se sientan capaces de aportar lo mejor de sí mismos al trabajo no solo es lo correcto, sino que también es lo mejor para el negocio.