Hablar de Wellness o Bienestar dentro de las organizaciones se ha vuelto un tema frecuente, y cada vez más líderes reconocen que es importante invertir en estas iniciativas.
El impacto positivo generado por los programas de bienestar en los resultados de negocio, es mucho más notorio; pues las organizaciones están formadas por personas, y las personas que gozan de una buena salud física y mental están habilitadas para dar lo mejor de ellas y alcanzar grandes resultados.
Adicionalmente, el bienestar aumenta el compromiso de los colaboradores, el cual está directamente relacionado con la productividad como lo mencionamos anteriormente en nuestro artículo: “El compromiso del colaborador como prioridad estratégica en las organizaciones”
Por otra parte, los programas de bienestar se han vuelto un elemento clave en la experiencia del colaborador e impulsan la atracción y retención del talento. Hoy en día las organizaciones en las listas de las mejores empresas para trabajar, son aquellas que cuentan con culturas enfocadas en el bienestar. Y es que, en un mercado tan competido, lo que puede diferenciar a una compañía de otra al intentar captar el mejor potencial en el mercado es lo que se conoce como salario emocional, que son todos aquellos beneficios no monetarios que se otorga a los colaboradores.
Entonces nos preguntamos ¿por qué no todas las organizaciones invierten en el bienestar de sus colaboradores? La realidad es que es un término relativamente nuevo y muchas veces la operación diaria no permite que se dedique el tiempo para ver hacia dentro y preguntarse ¿qué puedo hacer diferente?
Otra de las razones es el no saber por dónde empezar, ya que hacer un programa integral de bienestar no es solamente dar una plática de finanzas personales o llevar un nutriólogo a la oficina, es mucho más que eso.
En Talentlab acompañamos todos los días a organizaciones que buscan implementar iniciativas de bienestar y cambios culturales, por lo que creemos que algunos factores clave para el éxito de los mismos son:
Un factor importante que suele obstaculizar el éxito de estos proyectos es que normalmente, el área de Recursos Humanos toma toda la responsabilidad de los programas de bienestar dentro de las organizaciones, sin embargo, esto debe contemplar el interés e involucramiento de todos los líderes. Un buen líder debe reconocer que al reducir y prevenir los problemas y preocupaciones de los miembros de su equipo, fomentará la motivación, colaboración y desempeño del mismo.
El equipo de RH debe tener la habilidad de conocer y transmitir los beneficios de estas iniciativas. De acuerdo a un estudio realizado por SHRM, el costo anual del ausentismo es del 15.4% del costo de nómina. Estamos seguros de que si logramos que el CFO o director general de la empresa conozca esta información, no habrá manera de ignorar las oportunidades que puede ofrecer una buena iniciativa de bienestar.
Es importante tomar en cuenta el tamaño de la organización. Si bien nos interesa generar programas que sean escalables y lleguen al mayor número de colaboradores, se pueden tener diferentes formatos y temas para que vayan de acuerdo al grupo de interés adecuado. No a todos los colaboradores les va a interesar o a servir lo mismo, por lo que hay que tener opciones que ataquen al menos los 3 pilares del bienestar: físico, mental y emocional, así como promover una cultura enfocada en la prevención.
Por último, al decidir emprender este viaje de bienestar es de suma importancia tener en cuenta que los resultados financieros no se verán de inmediato, por lo que es necesario estar dispuesto a invertir recursos apostando al mediano y largo plazo, así como acompañar los programas con cambios dentro de la cultura y forma de operar.
En Talentlab sabemos que el compromiso y bienestar son una prioridad estratégica, y podemos ayudarte a medirlo y a generar estrategias efectivas para mejorar la experiencia de tus colaboradores y potenciar los resultados que esperas.