Hoy en día las organizaciones que buscan optimizar sus procedimientos, elevar sus rendimientos y contar con excelentes colaboradores en cada área, cuidan la cultura laboral de la organización en todo momento. La forma en que algunas organizaciones han alcanzado este objetivo es a través de la inclusión laboral y el seguimiento constante para que sea más que sólo una iniciativa.
La inclusión laboral es la manera en que las organizaciones permiten que los colaboradores con menos oportunidades, puedan expresarse y ser partícipes de forma activa en las actividades de la organización. Esto permite que los colaboradores se sientan valorados, tomados en cuenta y motivados en su trabajo, logrando así un nivel de compromiso muy elevado con la organización y por consecuencia resultados positivos.
Sin embargo no todo es como debería, y la realidad que viven muchas personas hoy en día en sus organizaciones queda muy distante de este ideal.
La discriminación, una realidad.
Se podría pensar que sólo las personas con discapacidad sufren discriminación; sin embargo, según datos del INEGI en su encuesta ENADIS, las mayores causas de discriminación en las personas son: tono de piel, manera de hablar, peso, estatura, forma de vestir o arreglo personal, clase social, creencias religiosas, sexo, edad y orientación sexual.
Queda claro que no se necesita tener una discapacidad para sufrir de cualquiera de estas situaciones con los compañeros de trabajo o jefes. Es un problema que impacta directamente en los resultados de la organización, debido a que, los colaboradores disminuyen su productividad, nivel de compromiso y motivación en sus actividades.
Esto es algo que las organizaciones ya han comenzado a observar y saben que si quieren mantenerse competitivas, será necesario transformar su cultura laboral y asegurar una continuidad en ello.
Transformándose hacia la inclusión
Con un panorama tan claro donde la exclusión y discriminación generan más problemas y pérdidas que la inclusión, es fácil darse cuenta cuál es el camino que deben seguir las organizaciones; sin embargo, la decisión no siempre es fácil pues generalmente este tipo de iniciativas no se perciben como un tema de negocio.
Entendemos entonces, que uno de los fines de las organizaciones es generar rendimiento de sus operaciones. Por tal razón, la inclusión y los beneficios que aporta, se puede observar ahora como una estrategia de negocio.
Para poder observar esto más claramente, vayamos a los resultados arrojados por un pequeño estudio realizado por www.incluyeme.org donde la empresa participante arrojó resultados como:
-
Disminución de rotación de 18% vs 27%.
-
Ahorro de 1 MDP en extensión de pago de ISR.
-
Incremento de productividad de más de $300 mil pesos.
Además las organizaciones que comienzan a ejecutar iniciativas de Inclusión gozan de una mejor reputación de cara al mercado, lo que se puede reflejar en mejores ventas por la identificación de los consumidores con las acciones de la marca.
Por otra parte, también se puede observar un beneficio a la hora de reclutar talento, ya que existen mayores posibilidades de que los colaboradores elijan a una organización donde saben que podrán ser ellos mismos y su trabajo será valorado.
Hoy más que nunca la inclusión es la mejor respuesta por parte de las organizaciones que quieren contar con el mejor talento, mantenerse innovadoras, aportar valor a la sociedad en la que participan y marcar una diferencia real ante una exigencia global de mejores condiciones de trabajo para todos.
