A veces nos sentimos en terapia cuando acompañamos a algunos grupos que vienen impulsando los temas de agilidad en sus equipos y organizaciones. Tenemos incluso, algunos espacios que, informalmente, les decimos las sesiones de "catarsis", ¿pueden imaginar el por qué?
La agilidad se está relacionando con métodos, marcos de trabajo y una amplia gama de herramientas para incrementar productividad y eficiencia de los equipos; pero en definitiva, pocas personas están pensando en un requerimiento que se vuelve fundamental, para lograr una transformación real y sostenible hacia la agilidad: "el cambio de mentalidad".
Según el MIT Technology Review, la agilidad es considerada una competencia básica de las organizaciones adaptativas. Esta información se confirma con un número interminable de publicaciones que también la incluyen como parte del top de habilidades buscadas en el mercado. A nosotros en Talentlab®, nos gusta incluso reforzar la idea de que la agilidad es un grupo de competencias que deben caminar juntas. ¿Cómo podríamos hablar de innovación sin una mentalidad abierta para aprender? ¿Cómo mejorar productos, servicios o procesos sin antes de aceptar y entender un error?
Y en este punto, el rol que juegan los líderes es clave. Claro, hay varias teorías que explican cómo lograr estos cambios aún cuando los líderes no están de nuestro lado, pero cuando los tenemos, definitivamente el camino es más rápido, motivante y los resultados exponenciales.
Los líderes, nos ayudan en 3 aspectos fundamentales:
1. Propósito y Visión del Futuro
La agilidad tiene todo que ver con la estrategia, por eso e idealmente, la decisión de convertirnos en una organización ágil debería partir o patrocinarse desde el liderazgo. Aquí el punto es I) entender por qué queremos o deberíamos transformarnos; II) en dónde estamos hoy, III) cómo nos imaginamos en el futuro y, IV) cómo lo vamos hacer. Estas parecerían ser preguntas obvias, pero créanme, son bastante complejas a la vez, puesto que muchas veces nos encontramos con una gran falta de claridad o con un entendimiento muy diferente entre los equipos.
Cuando los líderes transmiten un propósito claro, las personas actúan de forma consistente aún en ambientes complejos, de cambio constante y ambigüedad. Los líderes que hablan con la voz de la convicción y de la inspiración, pueden guiar mejor a todos sus equipos hacia el estado en donde nos imaginamos estar. Y aquellos que guían con el corazón, tendrán el motivador suficiente para seguir adelante, impulsando el proceso, aún en los momentos de mayor exigencia.
2. Habilitación de una mentalidad y actuación ágil
Los líderes tienen un gran poder dentro de las organizaciones, y es el de habilitar; o en su defecto, atropellar el proceso de transformación hacia la agilidad. ¿Cómo lo pueden hacer?
Cuando queremos movernos a un modelo ágil, las creencias que promueva nuestra cultura facilitarán o no, la adopción consciente de prácticas, procesos y metodologías que producirán los resultados que esperamos. Como lo dice Cristina López en su artículo; Atrévete a ser ágil con Mentalidad de Crecimiento, "...cuando cambiamos nuestras creencias, generamos cambios profundos en nuestras conversaciones, nuestra visión de oportunidades y nuestra capacidad de aprendizaje".
Es aquí en donde los líderes juegan un rol clave; son ellos quienes en el día a día pueden generar esos espacios seguros, en donde los equipos y las personas pueden aprender, experimentar y compartir experiencias sin miedo a equivocarse; impulsando una mentalidad de apertura y crecimiento que los habilitará para una forma más ágil de ser y hacer.
3. Ejemplo a seguir
Esto puede sonar algo desgastado, pero la verdad es que los líderes le permiten al resto de la organización entender cómo se ve en el día a día la agilidad. Al final, los líderes representan una aspiración para el resto de la organización y, lo que vemos en ellos, nos da una idea de lo que necesitamos desarrollar para estar en estos roles.
Pensamos entonces en las ideas y creencias que puedan estar formando los colaboradores de nuestra organización cuando...
Hemos tenido la oportunidad de acompañar varias organizaciones y por supuesto, aprender de ellas y con ellas. Con la particularidad de cada equipo vienen desafíos diferentes, pero hay un elemento común que vemos que puede hacer la diferencia:
¡Líderes! Empodérense de su proceso personal de cambio hacia la agilidad. Así podrán patrocinar, promover y viralizar la mentalidad que se necesita, para establecer la agilidad en su organización.
Y para esto les dejamos algunos tips y cuestionamientos que puedes hacerte si eres un líder o plantearle a tus líderes que los hagan. Si eres un agente de cambio, debes darles voz para tomar acciones que ayuden a tu organización a avanzar de forma consistente hacia la agilidad.
Responde lo siguiente:
¿Entiendo qué es la agilidad y lo que exige del líder?
Sabemos lo complejo que puede resultar dar esta respuesta. Parte de lo que nos encontramos en el día a día, son líderes que necesitan entender con mayor profundidad el poder, alcance y exigencia de la agilidad. Nos encontramos frecuentemente con expresiones como:
¿Te parece familiar? Lo que puedes comenzar a hacer es entender más sobre la agilidad y justamente, la exigencia que representa para los líderes. Porque si alguien desafía la agilidad, es al líder precisamente y vale la pena que se sientan preparados y acompañados.
¿Por qué quiero transformarme? ¿Qué necesito para hacerlo?
La agilidad reta a los líderes en su posición o jerarquía, los reta en el control, en sus conocimientos, su vulnerabilidad, capacidad de adaptación y flexibilidad. Y en este desafío constante que parece no tener fin, la auto-conciencia y gestión de las emociones, determinarán los resultados que se obtengan.
Por eso, es clave tener muy claro las razones y beneficios que nos traerá la agilidad; así como en cuál punto nos encontramos hoy y qué necesitamos fortalecer a nivel individual. Este nivel de auto-conocimiento, será nuestro aliado a lo largo del proceso.
Las personas primero
¿Recuerdas el principio del manifiesto ágil que nos dice: "las personas y las interacciones por encima de los procesos y las herramientas"?
El talento de nuestra organización debe ser valorado y nutrido para poder optimizar cualquier proceso o método de trabajo. Para esto, los líderes deben comenzar a hacerse preguntas como:
Los líderes son los ojos, la voz, los oídos y el corazón de la transformación. Al final, si tienen la capacidad de observar, escuchar y analizar lo que les va diciendo la organización, podrán tomar decisiones oportunas y asertivas para ser exitosos ante cualquier desafío.
Fluir con el proceso
Y esto significa entender que la transformación hacia la agilidad no es un camino lineal, mucho menos una vía rápida y pavimentada. Te podemos asegurar que es un camino gratificante, a cada paso se aprende y se descubre algo más. Pero, para comprobarlo, necesitamos equivocarnos, aprender de nuestros errores, incomodarnos, corregir comportamientos, identificar y desaprender hábitos que nos limitan y sobre todo, fluir con el proceso.
¿Ya lo identificaste? ¿Estás siendo bloqueador o aliado para la transformación?