Mucho hemos escuchado hablar hoy en día sobre la inclusión en muchos ámbitos de la vida diaria. Es un tema que cada vez va tomando mayor relevancia y poder en nuestra sociedad, por lo que algunas organizaciones han tomado cartas en el asunto, y han implementado algunas estrategias para poder estar al día con esta tendencia que se ha vuelto casi una exigencia.
El problema es que el enfoque que se está dando a la implementación de este tipo de estrategias, tiene más que ver con acciones de beneficencia y reputación que con estrategias de negocio.
Las organizaciones no han logrado ver el beneficio que la diversidad e inclusión puede aportar en términos de innovación, incremento de la productividad, equipos de trabajo más eficientes, mejoras en el clima laboral e imagen corporativa desde un punto de vista de negocios.
Hablemos sobre los beneficios que las organizaciones podrían tener al momento de realizar una estrategia D&I bien elaborada.
En la actualidad nuestra sociedad está más atenta a lo que sucede a nivel global. Con la ayuda de la tecnología es fácil darse cuenta en minutos si alguien está siendo víctima de alguna discriminación por parte de alguna organización, y esto podría generar reacciones que impacten de forma importante a las marcas.
Por otra parte ese mismo poder de comunicación es utilizado para hablar de acciones positivas por parte de las organizaciones, lo que se traduce en buena aceptación por parte del marcado y la suma de algunos fieles seguidores que se puedan sentir identificados con la marca y sus valores.
Las organizaciones hacen grandes esfuerzos por mantener al mejor talento dentro de sus filas, y de esta manera ser más competitivos frente a las otras marcas. Estas aspiraciones no siempre se mantienen, pues se enfrentan a la alta rotación por diversas situaciones como el mal clima laboral y poca flexibilidad laboral.
El cambiar la dinámica laboral para dar entrada a la inclusión trae consigo mejoras en el clima laboral, y aumenta el sentido de pertenencia por parte de los colaboradores hacia la organización, traduciéndose en disminución de rotación de personal.
La inclusión de colaboradores de algún grupo minoritario, permite abordar situaciones que son cotidianas para la sociedad desde puntos de vista diferentes que abren la puerta a nuevas ideas y oportunidades de negocio antes no pensadas.
Es una realidad que abrir la oportunidad para aquellos que con trabajo son tomados en cuenta en otros lugares, genera una gran satisfacción para ellos y un cambio en su estilo de vida al poder ser parte de la fuerza laboral.
Este tipo de acciones generan un alto nivel de compromiso por parte de los colaboradores que reciben estas oportunidades y de igual manera un alto nivel de producción. Esto siempre y cuando se tomen las medidas correspondientes, y en caso de ser necesario se adapten los espacios de trabajo y se definan las tareas correctas para las capacidades de estos colaboradores.
Es momento de dejar de ver la diversidad e inclusión como una obra de caridad y comenzar a entender que es una estrategia de ganar ganar. Que este tipo de iniciativas en el mediano plazo puede traer grandes beneficios a las organizaciones y adelantar a su competencia con estas acciones.